Costumbres de Epoca


La época llamada Victoriana por el reinado de Victoria.

La sociedad en la época victoriana estaba exacerbada de moralismos y disciplina, con rígidos prejuicios y severas interdicciones. Los valores victorianos se podrían clasificar como "puritanos" destacando en la época los valores del ahorro, el afán de trabajo, la extrema importancia de la moral, los deberes de la fe y el descanso dominical como valores de gran importancia.
Los varones dominaban la escena tanto en los espacios públicos como en la privacidad, las mujeres se debían a los lugares privados, con un estatus de sometimiento y del cuidado de sus hijos y del hogar, referente de ello es la novela Ana Karenina mostrando que la sociedad no permite el resquebrajamiento de la moral. Otro claro ejemplo fue la condena por sodomía a Oscar Wilde con Lord Alfred Douglas a dos años de trabajos forzados.
Quizá por la acentuada moral de la época sea la observación del psicoanalista Jacques Lacan, quién dice que sin la reina Victoria el psicoanálisis no hubiera existido, ella fue la causa del deseo de Sigmund Freud y la que hizo necesario lo que Lacan llamó el "despertar".
Las condiciones como la pereza se vinculaban con los excesos y la pobreza con el vicio. La repulsión social hacia el vicio también se traduce en el sexo, relacionado con las bajas pasiones y su carácter animal proveniente de la carne. Por ello, la castidad era una virtud a resguardar.
La insatisfacción femenina, en cualquier ámbito, era tratada como un desorden de ansiedad con pastillas y psicoanálisis y, si la mujer tenía suficientes recursos económicos, lo trataba en manos de un "experto" que las estimulaba sexualmente con sus manos.


Entretenimiento


Cartel de El extraño caso del doctor Jekyll y el señor Hyde fechado en la misma década de 1880 en que apareció la obra de Robert Louis Stevenson.
Las bandas de música municipales y los quioscos de música fueron populares durante esta época. El quiosco de música es una construcción simple que no sólo crea un lugar ornamental, sino que además facilita las necesidades acústicas a la vez que ofrece protección ante el cambiante clima británico. Era común escuchar el sonido de las bandas mientras se paseaba por los parques. En aquellos tiempos la grabación musical era aún algo muy novedoso.
Otra forma de entretenimiento que podemos incluir en espectáculos son las relacionadas con los sucesos paranormales, como la hipnosis, la comunicación con los muertos (por medio de un vidente o canalizador), la invocación de fantasmas, espíritus y similares. Estas actividades fueron muy populares comparando con periodos más recientes de la historia occidental y se llevaban a cabo para el mero deleite de las masas y sus participantes.
La literatura también fue una forma muy popular de entretenerse en la Época victoriana y surgieron grandes escritores que aunque causaron escándalo son reconocidos hoy en día.
Los escritores más reconocidos de la Época victoriana son:
  • Charles Dickens
  • Las hermanas Brontë (Emily, Charlotte y Anne)
  • Lewis Carroll
  • Herbert George Wells
  • Hilda Doolittle
  • Oscar Wilde
  • Arthur Conan Doyle
  • Bram Stoker
  • Robert Louis Stevenson
Entre los ideales literiarios de la época, quizás el más perceptible, es el ideal de progreso. Progreso científico (Darwin), progreso económico (Stuart Mill y librecambistas de Manchester), progreso social (a pesar de las lacras de miseria de la nueva sociedad industrial), progreso tecnológico (ferrocarril, industria textil del norte de Inglaterra). Nada es tan palpable en la era victoriana como el progreso.
La segunda característica que se advierte en la literatura de la época victoriana es un cierto espíritu didáctico (la filosofía de Carlyle) y moralista (la novelística de Charles Dickens). Hay tener en cuenta que, junto a la revolución industrial, se e produciendo en Inglaterra una revolución social que hacía que millares de personas, hasta entonces analfabetas, accedieran a la cultura de la letra impresa. El escritor se sentía “educador” de estas masas proletarias y de clase media. Se explica así el auge del melodrama y las novelas por entregas para satisfacer exiguas necesidades culturales de estas clases sociales.
Otro de los ideales de la era victoriana era, sin duda el espíritu de descubrimiento y aventura. Los viajes de Livingstone y Stanley apasionaban al público inglés, que seguía sus aventuras por el corazón de África con entusiasmo.
También es propio de la era victoriana un cierto espíritu religioso, incluso místico, que trataba de hermanar los grandes descubrimientos científicos y técnicos con una nueva fe en Dios.
Quizás la característica esencial de la era victoriana sea su sentido práctico —utilitarismo; en cierto modo el capitalismo actual es una vertiente de entonces—, su búsqueda de la realización personal y colectiva, su sentido de lo que los ingleses llaman el fulfilment o el accomplishment.
Esta nueva sociedad inglesa tan aparentemente abocada al trabajo, a la moral y a las buenas costumbres, inventa el juego, en todos los sentidos que este término abarca. Desde el backgammon y los juegos de casino, las charadas y juegos de salón, hasta los deportes de campo, como el rugby, el tenis, el cricket y el fútbol. Sin olvidar el croquet, que es una mezcla de juego de salón y de campo. Naturalmente, algunos de estos juegos eran ya conocidos antes de la era victoriana, pero es sin duda esta sociedad la que los practica y pone de moda, difundiéndolos por todo el orbe terráqueo.

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